martes, 19 de mayo de 2015

Himno Nacional Argentino

El actual “Himno Nacional Argentino” tuvo una versión original más extensa que se cantó hasta 1900, alentada en su contenido por las ideas independentistas y antiespañolas del momento de la creación.

Su ejecución duraba más de 20 minutos. En la segunda presidencia de Julio Argentino Roca se adoptó la versión actual., en la que se cantan sólo la primera y última cuartetas y el coro de aquella “Marcha Patriótica”.

Los inicios del siglo XX eran tiempos de paz y entonces ya vivían en suelo argentino muchos españoles, a los que se quería hacer sentir como en su casa. Esta nueva modalidad se ejecuta en algo más de 3 minutos y medio y se la adoptó también por razones prácticas a fin de ser utilizada en las escuelas y los actos públicos.

En 1860 se encargó al músico Juan Pedro Esnaola una versión orquestada más rica en lo armónico. La forma definitiva de la ejecución y la letra quedaron establecidos en el decreto 10.302 de 1944.

Para ese entonces eran historias del pasado las alusiones a los españoles como “tigres sedientos de sangre” o “el fiero opresor de la patria”.

El 14 La letra que se corresponde con la versión original del Himno Nacional del año 1813 es mucho más larga que la actual debido a su reducción a partir del año 1900.
Biografías de los Autores






BLAS PARERA: AUTOR DE LA MÚSICA DEL HIMNO NACIONAL

Blas Parera (1776-1840), nació en Murcia de una familia de origen catalán y murió en Mataró cerca de Barcelona. Arribó muy joven a Buenos Aires en el año 1797 y se desempeñó como organista en la Catedral y en las templos de la Merced y San Ignacio. También fue director de orquesta del Coliseo Provisional, el único teatro de Buenas A¡res en la época, inaugurado en 1804.

 Parera vivía en una casa de la calle Belgrano esquina Chacabuco, frente al Sur y daba lecciones de música y canto en casas de distinguidas familias de la sociedad porteña de la época. Se le conocía como el maestro Blas. En 1809 se casó con Facunda del Rey, niña que formaba parte del coro en la iglesia de San Nicolás de Bari.

Blas Parera como director de orquesta del Coliseo compuso la música de tonadillas, canciones y después de 1810 de varios himnos y marchas patrióticas con versos de fray Cayetano Rodríguez y otros autores. La Asamblea de 1813, con fecha 6 de marzo, encargó se escribiera una canción nacional capaz de llenar las aspiraciones del ideal de Mayo.

El 11 de mayo de ese año don Vicente López y Planes (1784-1856), presentó su composición poética que fue aprobada con entusiasmo por los diputados y la barra presentes en la sesión. Parera compuso la música para estos versos y el 25 de mayo de 1813 en la Plaza de la Victoria, al pie de la Pirámide de Mayo, los alumnos de la escuela de don Rufino Sánchez entonaron por primera vez en público nuestro Himno Nacional, llamado entonces Canción Patriótica. El 1 de julio la Asamblea ordenó pagar a Parera 200 pesos por la composición del Himno.

El título de nuestra máxima canción sufrió algunas alteraciones y cambios. En 1813 se lo llamó "Marcha Patriótica", luego "Canción Patriótica Nacional", y más tarde se lo conoció como "Canción Patriótica". Una copia de 1847 lo tituló como "Himno Nacional Argentino", denominación que recibe en la actualidad.

Pacho O'Donnell, en "El Aguilla Guerrera" nos cuenta: ....la letra era inflamadamente independentista, como correspondía al espíritu de la época. Tiempo más tarde la Asamblea del Año XIII pide un “arreglo” acorde con los nuevos vientos que soplan: Inglaterra se opone vigorosamente a todo arresto de autonomía en las colonias de España, su aliada en la guerra contra Napoleón.

La Asamblea de 1813, con fecha 6 de mayo, encargó se escribiera una canción nacional capaz de llenar las aspiraciones del ideal de Mayo. El 11 de mayo de ese año don Vicente López y Planes (1784-1856), presentó su composición poética, que fue aprobada con entusiasmo por los diputados y la barra presentes en la sesión. Parera compuso la música para estos versos y el 25 de mayo de 1813 en la Plaza de ¡a Victoria, al pie de la Pirámide de Mayo, los alumnos de la escuela de don Rufino Sánchez entonaron por primera vez en público nuestro Himno Nacional, llamado entonces. Canción Patriótica.

En 1817, Blas Parera fue padre de José Manuel, y en 1818 regresó a España con su familia y en Cádiz, donde arribó en agosto de ese año, se ordenó “se vigile su conducta y estén a la mira de sus operaciones". Era un español sospechoso para el gobierno del rey. Durante mucho tiempo se ignoró todo sobre sus últimos años hasta que en 1972 el doctor Javier Ciavell Borrás, investigó en los archivos de Mataró, una localidad vecina a Barcelona y pudo establecer que Parera se desempeñaba allí como “interventor del Correo”, un oscuro cargo provincial, que allí murió su hija Dolores Parera y del Rey y que finalmente él murió en ese ciudad el 7 de enero de 1840 a la edad de 64 años.


Vicente López y Planes
(Buenos Aires, 1785 - 1856) Político, escritor y abogado argentino. Fue presidente interino de las Provincias Unidas del Río de la Plata en 1827 y autor de la letra del himno nacional de la Argentina.

Tras cursar estudios secundarios en los colegios de San Francisco y San Carlos de la capital porteña, se dedicó principalmente al comercio. En 1806 se unió a la lucha contra la invasión británica y, como teniente del Regimiento de Patricios, combatió en las campañas de los dos años siguientes por la defensa de la ciudad. En 1808 compuso su primera obra poética, El triunfo argentino, dedicada a la victoria de las tropas patrióticas sobre los ingleses. Al año siguiente abandonó sus dedicaciones empresariales para cursar derecho en la Universidad de Chuquisaca.




Vicente López y Planes

Vicente López se unió desde sus primeros días a la Revolución de Mayo de 1810, a raíz de cual se puso en marcha el proceso de independencia respecto del poder colonial español del virreinato del Río de la Plata, germen de la futura Argentina. En 1810 actuó como secretario auditor durante la primera expedición libertadora al interior. Posteriormente fue secretario del Primer Triunvirato y, en 1813, resultó elegido miembro de la Asamblea General, de la que pronto se convirtió en una de las figuras más relevantes.

Su obra Himno de mayo, inspirada en el Canto guerrero para los asturianos de Jovellanos y leída ante la Cámara el 11 de mayo de 1813, fue proclamada como "única canción de las Provincias Unidas del Río de la Plata", y, con música del catalán Parera, adoptada como himno nacional argentino. López y Planes escribiría asimismo una oda dedicada al general José de San Martín, después de su victoria en la batalla de Chacabuco (1817).

Posteriormente actuó como secretario en los gobiernos del Directorio de Balcarce y Pueyrredón (1816-1817). Este último lo nombró también ministro de gobierno. En 1817 fue elegido miembro del Congreso Constituyente y, en 1825, diputado del Congreso Nacional. Tras la caída del gobierno centralista de Bernardino Rivadavia en 1827, López y Planes fue designado presidente interino hasta la celebración de nuevas elecciones.

En 1828 abandonó este cargo al ser elegido el federalista Manuel Dorrego como gobernador de la provincia de Buenos Aires. Al año siguiente el general Juan Manuel de Rosas estableció un régimen dictatorial de tipo federal que, con una breve interrupción, habría de durar hasta 1852. Durante los años de gobierno de Rosas, López y Planes desempeñó diversos cargos en el Tribunal Superior de Justicia.

Después de que Rosas fuera derrocado en febrero de 1852, López y Planes fue nombrado gobernador interino de la provincia de Buenos Aires, cargo anteriormente ocupado por el general depuesto. Permaneció en este puesto (pese a sus reiteradas renuncias) hasta el mes de julio de ese año. En su desempeño, se encargó de autorizar la expropiación de las propiedades de Rosas y de sus más prominentes colaboradores, así como de restituir los bienes confiscados por motivos políticos durante la etapa anterior.

Restauró además la libertad de prensa y, en general, trató de restablecer la normalidad institucional para asegurar la reconstrucción nacional. Para ello firmó el Pacto de San Nicolás de los Arroyos, que sentó los cimientos de una organización constitucional nacional consensuada, pero la Asamblea de Buenos Aires se negó a aceptar dicho acuerdo. Ello condujo a López y Planes a presentar su dimisión irrevocable. A su muerte, cuatro años después, Argentina continuaba sumida en la lucha entre federalistas y unionistas.